Haré una confesión desde el inicio: no soy un fanático de los típicos juegos multijugador en línea, especialmente de los de rol. Aun cuando disfrute de los modos multijugador de mis títulos preferidos, siempre encontré que los juegos online son limitados, reiterativos o directamente aburridos. Sin embargo, debo reconocer que el anuncio de The Secret World hace casi 5 años (y las subsiguientes revelaciones acerca de su desarrollo) hicieron que la curiosidad me gane.
Obviamente, no fui el único: miles de jugadores y la propia prensa especializada se mostraron excitados con lo que prometía ser una revolución para el género de los MMORPG. Sus propios creadores le comentaban a quien quisiera oírlos (y créanme que éramos muchos) que nos encontraríamos con un mundo diferente, una jugabilidad nunca vista antes y una historia realmente absorbente. Viniendo de los desarrolladores de Age of Conan, les creímos, por supuesto que les creímos.
Ahora bien, luego de una eternidad de trabajo, The Secret World abrió las puertas de su beta cerrada, para que algunos privilegiados tuvieran la oportunidad de ver de qué se trataba. Las reseñas que resultaron de tales pruebas me provocaron sensaciones encontradas: por un lado, estaban quienes felicitaban al juego por sus buenas intenciones pero que lo destruían por su ejecución; por otro, estaban aquellos que vieron una experiencia absorbente que tiene en el futuro y las mejoras que éste promete a sus mejores aliados.
¿A quién creerle? No desesperes, asumo que a esta altura ya sabes cómo de controvertida es la prensa de los videojuegos. Afortunadamente, la compañía Funcom ha decidido abrir su beta a todo el mundo que se registre con el cliente de The Secret World, para que durante este fin de semana (3,4 y 5 de Agosto) puedas echarle un vistazo a su propuesta de forma gratuita. Mientras tanto, y para que mates un poco la espera, te contamos un poco de lo que pude ver por mi cuenta.
Un inicio espectacular y muy prometedor
Antes de conocer muchos detalles de The Secret World, Funcom ya nos quería vender la idea de “jugabilidad revolucionaria y novedosa” por lo que es entendible que, ni bien comenzada la aventura, uno busque señales de ello en todas partes. Pues bien, déjame decirte que los gráficos no son el lugar donde encontrarlas. Basándose en el motor de Age of Conan (tecnología de hace cuatro años), el título muestra algunos detalles más que interesantes y diseños cuidados que pierden todo su encanto cuando los objetos y personajes se animan (toscamente).
Sin embargo, esta pequeña decepción da lugar a un comienzo realmente atrapante que hace olvidar esa apariencia. Es que, antes que nada, el mundo abierto en donde se desarrolla la historia es verdaderamente espectacular. Hay una enorme cantidad de zonas para investigar y detalles que apreciar en una realidad muy extraña que es una de las grandes fortalezas del juego. Es que, lejos de los mundos fantásticos tradicionales de los MMORPG, The Secret World se ubica en el mundo actual, el cual se entremezcla con una serie de componentes sobrenaturales muy atractivos.
Sucede que en este título serás llevado a una realidad en donde las criaturas fantasmagóricas y extraordinarias con que te asustaban cuando eras niño pululan por cada rincón. Además, muchas conspiraciones famosas así como leyendas urbanas e historias de terror populares han sido incluidas en el corazón del juego, lo que hace que sea una experiencia de eterno descubrimiento.
Así, te adentrarás a una historia que tiene como protagonistas a tres facciones que representan a tres famosas sociedades secretas: los Illuminati, los Templarios y los Dragones. De este modo, tu personaje será parte de unos de estos tres grupos, lo cual determinará la línea narrativa que seguirás de ahí en más. Es que, si bien tendrás una serie de misiones que son genéricas para todos los jugadores, lo cierto es que tanto la historia principal como algunas de las misiones alternativas son exclusivas para cada una de las facciones.
Ello me lleva a comentarte acerca de las misiones, o, por lo menos, de las primeras misiones que te encontrarás en The Secret World. A diferencia de los típicos encargos de los juegos de rol, aquí no tendrás que asesinar a un monstruo que bloquea un camino o recuperar un objeto perdido hace largo tiempo (al menos no en esta instancia). Por el contrario, las diferentes misiones desafiarán tu ingenio y tu capacidad de pensamiento lateral, dadas que las soluciones no te resultarán evidentes ni trilladas.
En tal sentido, algunas misiones te harán resolver puzles realmente complicados, mientras que en otras deberás usar algunas estrategias para evitar ser detectado y aniquilado. Asimismo, el propio encargo de la misión muchas veces es críptico. En otras palabras, no se te mostrará el camino que debes seguir ni el punto a donde debes llegar ni mucho menos se te dirá que hacer. Aquí tú harás el camino mediante razonamientos, el único método (aparte de la suerte) con el que podrás avanzar.
Pero lo que más llama la atención y más engancha de las misiones son las oscuras referencias que tendrás que resolver con la ayuda de Internet. Sí, leíste bien, tendrás que apoyarte en los recursos de la Web para descifrar códigos Morse, interpretar pasajes de la Biblia, comprender algunos extraños cantos y hasta visitar sitios desarrollados exclusivamente para dar respuestas a los jugadores de The Secret World.
Para ello, dispondrás de un navegador dentro del propio juego que te permitirá realizar las búsquedas pertinentes, y mediante el cual visitarás las diferentes páginas que te ayudarán a descifrar los pasos a seguir. Es un mecanismo diferente y novedoso que funciona muy bien y que abre las posibilidades de este tipo de juego a través de un enfoque particular. Éste y todos los elementos descriptos anteriormente harán que el comienzo del juego realmente te absorba. Pero, siempre hay un pero.
Algunos desaciertos y dudas
Es increíble como un título puede entusiasmar tanto en sus primeras horas para luego derribar todo lo construido mediante la inclusión de los elementos opuestos a aquellos que hacen que esa primera mitad sea tan disfrutable. Es que, mientras el comienzo es sorprendente en varios aspectos, lo que sigue es una completa desilusión que recae en muchos lugares comunes, algo a lo que Funcom técnicamente le estaba escapando.
Ello te resultará evidente cuando comiencen a aparecer las misiones de los MMORPG de siempre: ir a tal punto, matar tantas criaturas, volver al punto inicial, y empezar todo de nuevo. Además, comienzan a aparecer los errores y fallas que atentan contra el correcto desarrollo de las misiones, lo que te desconcertará en forma mayúscula.
Así, por ejemplo, estarás siguiendo a un grupo de monstruos hacia su escondite como parte de un objetivo cuando los mismos desaparecerán (o quedarán atrapados en un sector). Dado que su llegada al escondite es esencial para que la historia avance, seguramente te sentirás confundido acerca de qué hacer (lo lógico sería reiniciar la misión, pero en realidad, la respuesta en The Secret World es que tendrás que dar con la guarida de forma azarosa).
Tantas palabras ya y aun ninguna palabra acerca de los personajes, sus habilidades y su forma de combatir. Sucede que quería dejar tales aspectos del juego a la sección de dudas, donde creo que corresponden. Vayamos por partes.
En cuanto a los personajes, una de las frases que fueron abusadas por los desarrolladores antes del lanzamiento es que los personajes tendrían “libertad de progresión”. Pues bien, ello es una verdad a medias. Mientras que la apariencia de los mismos es realmente personalizable y las habilidades de cada uno de ellos puede seguir el camino que tú quieras, lo cierto es que ello funciona más a nivel teórico.
Para entender esto es necesario aclarar que en The Secret World no hay niveles de habilidad como en cualquier juego de rol tradicional. En vez de eso, ganarás experiencia para adquirir nuevas habilidades que hagan que tu personaje sea único entre los existentes. Sin embargo, y más allá de la gran cantidad de combinaciones de habilidades posibles, lo cierto es el sistema y el juego mismo casi que te invitarán a elegir las destrezas típicas de acuerdo a una clase determinada. Es decir, por más que el título no posea un sistema de clases, las mismas dirigen la elección de las habilidades de forma implícita, lo cual aplana la premisa de libertad total.
Por su parte el combate (y las armas utilizadas para el mismo) tiene bastante de genérico. Si bien aquí contarás con un arsenal que va desde pistolas y escopetas hasta espadas samurái, lo cierto es que tendrás que decantarte por unas pocas de forma ciega. Sucede que no dispondrás de mucha información acerca de las ventajas y desventajas de cada una, lo que te llevará al proverbial salto de fe a la hora de elegirlas.
No obstante, tal elección es importantísima para los combates, dado que las armas de combate cuerpo a cuerpo son infinitamente mejores que las de largo rango. Mientras las primeras hacen lo que se supone (destruir al enemigo) las segundas solo lo lastiman y lo mantienen alejado por un tiempo muy breve. De este modo, este apartado se vuelve muy tradicional y muy automático: elige un arma de cuerpo a cuerpo y presiona botones reiteradamente hasta acabar con tus oponentes.
Finalmente, la presencia de áreas para enfrentamientos entre jugadores es algo extraña. Lo que ocurre es que, a medida que avanza la historia, los personajes que te encontrarás te contarán de las enormes batallas entre las facciones y de sus terribles consecuencias. Sin embargo, solo podrás ser partícipe de una de ellas en las zonas designadas para tal fin (lugares míticos como ElDorado, StoneHenge o Shambala). Allí, la modalidad de combate es la de cualquier modo multijugador (capturar la bandera, último sobreviviente) pero las consecuencias solo se ven en la ganancia de experiencia. Esta desconexión hace tales luchas se vean como entretenidas, pero bastante innecesarias para la historia.
Observaciones finales
Releyendo todo lo escrito hasta ahora tuve la sensación que el autor de este artículo no le recomendaría The Secret World a nadie. Si ella es la impresión que has recibido, mis disculpas, no fue mi intención. Es que, por cierto, mi idea es exactamente la opuesta: quiero recomendarte este juego. Pese a sus fallas, a sus oportunidades perdidas y algunos sistemas muy genéricos, hay muchos detalles y sutilezas dentro del mismo como para mantenerte divertido.
Además, si a eso se le suma la promesa de Funcom de añadir nuevo contenido de forma gradual (un procedimiento clásico para cualquier MMORPG), podemos esperar que el juego prospere y arregle algunas de sus falencias. Ocurre que la mitad del camino está perfectamente construido y ahora solo falta completar el resto.
Por lo pronto, este fin de semana tendrás la oportunidad de probar este juego y ver qué es lo que te genera, porque, en definitiva, tu opinión es la única que importa. Por ello, no dejes de descargar The Secret World y de prepararte para tres días de inmersión en el mundo más original que haya visto el género de rol en un buen tiempo.
